Hace mucho tiempo que el Norte Neuquino dejó de convocar por el oro de sus entrañas. La variada riqueza de sus paisajes desde Chos Malal hasta los pies del volcán Domuyo y las lagunas Varvarco mas al norte,le ofrecen al pescador de mosca un viaje de aventuras por una parte de la patagonia que recién está despertando al turismo.
Manzano Amargo pasando Invernada Vieja, esi el último pueblo de importancia en un valle que corre paralelo al alto río Neuquén y punto ideal para movernos hacia diferentes lugares de pesca muy poco visitados, incluso por los pescadores locales.
Hacía cierto tiempo que no visitaba el Norte Neuquino y añoraba esa sinfonía de volcanes salpicada de lagos y lagunas de aguas claras así como varios ríos de aguas rápidas, muchos de los cuales se originan en las nieves de la cordillera del viento, que corre paralela a la de los andes y es mas alta que esta en estosextremos parajes donde la naturaleza deja escapar su enojo a través de los géiseres del Volcán Domuyo, el pico mas alto de la patagonia con sus 4702 metros.
Por esto cuando la Secretaría de Turismo de Manzano Amargo a través de mi amigo y guía en la zona Victor Muñoz me invitaron a dar unas charlas no tardé en sacar los pasajes.
Manzano Amargo debe su nombre a un manzano que todavía florece después de 118 años, sus frutos amargos antes de madurar y muy ácidos antes de caerse por maduros, sirvieron de alimento en las épocas de los Jesuitas, que plantaron gran cantidad de estos manzanos en muchos valles a lo largo de los principales ríos de la provincia del Neuquén.
El paisaje que vamos a encontrar a partir de Manzano amargo es totalmente virgen, todavía no han llegado los alambrados ni tranqueras, tal vez porque la zona abunda en crianceros transhumantes, mas de 2500 que año tras año mueven sus animales en invierno y verano buscando los mejores pastos y clima. En todo el Norte Neuquino la transhumancia es una forma de vida ancestral,muy anterior a la fiebre del oro que dominó la zona a finales del siglo diecinueve y comienzos del siglo veinte. Hoy resulta difícil imaginar acientos mineros conocidos como ¨pirquineros¨,polvorientos ygastados tras horas de desmenuzar la tierra en agotadoras jornadas, volver a los pueblos con las manos ajadas y tal vez., algo de oro para seguir soñando.
Los crianceros transhumantes con sus interminablespiños de chivos y ovejashan reemplazado a los mineros. Queda muy poco del romanticismo de los lavadores con sus platos de madera agachadosen las pequeñas corrientes con la vista concentrada en detectar algún brillo dorado que no fuera pirita de hierro, el oro de los tontos.
Hoy de la riqueza escondida en esas tierras se ocupan grandes companías mineras que no parecieran hacer mucho bien a la zona. Son los turistas que van llegando de a poco para disfrutar de esos valles, lagos y ríos los que finalmente derramarán algo de bienestar entre los pobladores que apuesten al turismo y cuiden lo que los turistas van a buscar, truchas y paisajes.
El ir y venir de los crianceros con sus animales ya se ha convertido en un recurso turístico, la pesca sigue, ya que la zona si bien no entrega fácil sus truchas buenas, las tiene si estamos dispuestos a caminar un poco bajo las alas de los cóndores, compañeros frecuentes en esas aguas.
Esta vez pescamos primero el alto río Neuquén, que aguas arriba de la confluencia con el río Varvarco, corre limpio y alegre entre grandes piedras y farallones de riolitas, granitosy basaltos. Aguas abajo del río Varvarco el Neuquén suele ensuciarse bastante y muchos pescadores vuelven sobre sus pasos pensando que todo el río va a estartodo igual. Pasados los grandes deshielos el Neuquén superior normalmente corre limpio. Es un cauce muy diferente a otros mas conocidos, con partes anchas y bajas que alternan con grandes pozos y zonas de agua rápida y pockets entre rocas del tamaño de un auto.Hay muy buenas arco iris, con ejemplares que pasan los 2 kilos, algo raro en otros ríos, peroel Neuquén no las entrega así nomás. Hay que caminarlo bastante porque hay zonas donde solo obtenemos pique de truchas medianas y chicas, las grandes se ubican en las partes mas hondas y rápidas y suelen tomar mejor streamers que otras moscas ya que se alimentan mucho de pequeños bagres, muy abundantes en ese río. La ayuda de un buen guía sindudas nos ahorrará mucho tiempo y suela de los zapatos.
En Diciembre encontramos el Neuquén un poco alto, corría limpio pero nos obligó a usar líneas de hundimiento, preferentemente shootings que funcionaron mejor en hundimiento tipo3. Los mas velocesnos hacían perder muchas moscas y al mismo tiempo no trabajaban a la velocidad correcta en la corriente ya que se hundían mas de lo que derivaban, con las líneas demasiado rápidas el swing era muy lento.
Los de hundimiento lento al ser mas gruesos arrastran más rápido la mosca dándole vida sin que tengamos que recoger tan rápido como en los de hundimiento fuerte. Logramos así mejores y mas largas derivas sobre todo en la parte lenta de los pozos. Esta vez las arco iris tomaban mejor en deriva muerta sin tirones en los streamers.Pocos días antes Victor había sacado una arco iris bien grande casi enfrente a su casa ubicada muy cerca de la entrada a a Manzano Amargo. Aguas abajo del pueblo pescamos unas horas y logramos varias arco iris buenas que se ubicaban muy cerca de la costa,ypeleaban duramente en la corriente fuerte del río.Probamos el alto Neuquén justo aguas abajo de la confluencia del río Pichi Neuquén.Abajo del colorido puente de metal varias arco iris comían ninfas y pronto sacamos varias con variantes de la Pheasant Tail, que nunca fallan y menos en sitios con baja presión de pesca. Un poco aguas abajo de la confluencia con el Pichi una pintoresca y angosta pasarela de madera para cruzar animales adorna el cauce del Neuquén agregando un toque primitivo, estético y aventurero.Los escenarios son tan importantes como la pesca misma, por lo menos en mi caso. Me gusta capturar imágenes tanto como truchas para revivir luego en casa todos los pequeños detalles que a lo mejor, se nos escapan al estar pescando.
Cerca de Manzano, hacia el norte,encontramos el arroyo La Fragua que forma cerca de la ruta una cascada de unos 40 metros de altura cortada en plena roca de basalto volcánico. Aguas arriba de la cascada siguiendo un poco encontramos bosques de ñires parasitados por un hongo conocido como Llao Llaode intenso color amarillo y comestible. Este hongo conocido mas al sur como pan del indio es muy frecuente en los bosques de Nothofagus y estos bosques de Nothofagus de Manzano Amargo parecieran representar el límite norte de distribución de estas especies vegetales. El agua del arroyo La Fragua corre formando rápidos hacia el Neuquén y en la zona donde se unen, sobre el Neuquén hay buenos pozones donde la gente del pueblo suele sacar buenas truchas.
Hacia el sur de Manzano Amargopasando por Las Ovejas y volteando al norte llegamos a las lagunas de Epulauquen que dan origen al pintoresco río Nahueve.Parte del grupo de lagunas de Epulauquen está en Argentina y parte en Chile, con vehículo podemos llegar hasta la segunda laguna en Argentina, las demás se esconden profundamente entre bosques de ñires y lengas y solo podemos llegar a pie.De la primer laguna sale el río Nahueve y la costa este antes de la boca es perfecta para pescar caminando porque el veril esta muy cerca de la costa y no hace falta lanzar lejos. Hay buenos mantos de vegetación donde encontramos interesantes marrones y arco iris. Todavía tengo la espina clavada de una marrón muy grande que tras una buena pelea y varios saltos soltó la mosca.Había tomado una ninfa Pheasant Tail tradicional en anzuelo 14 que había atado atrás de un leech de ardilla oliva, el anzuelo no aguanto la pelea y al final se abrió un poco. Era una marrón de color cobre brillante que recuerdo con intensidad cuando pienso en la laguna. Junto con la marrón picaron robustas arco iris, siempre pescando de la costa. La laguna es perfecta para usar un belly boat pero no habíamos llevado y tampoco se si el reglamento permite su uso.
Esta vez no pescamos el río Nahueve, el río Buraleo todavía muy crecido lo ensuciaba aguas abajo, arriba del Buraleo el Nahueve corría limpio pero preferimos probar la laguna que no habíamos pescado antes y sin dudas, resultó encantadora. Hace tiempo que hice las pases con los lagos, comencé a entender sus diferentes modos y no me puedo quejar por las truchas que me han brindado. Terminé mis días de pesca en Manzano Amargo viajando a las lagunas Varvarco, enclavadas en plena cordillera del viento a unos 70 kilómetros de Manzano, con Victor y Cristián otro amigo que conoce cada piedra del lugar. Para llegar a las lagunas hay que cruzar mas de 14 vados, los primeros bastante hondos sobre el río Neuquén. Por eso estas lagunas son casiinaccesibles durante los deshielos. El camino es atrapante con el río Neuquén haciéndose cada vez mas pequeño y meandroso hasta que partiéndose en una miríada de pequeños brazos desaparece en una ladera a la izquierda del camino. En todo ese tramo hay truchas, mas pequeñas que aguas abajo, pero muy divertidas de pescar en ese paisaje tan quebrado y diferente. Hay otros arroyos que podemos investigar con equipos muy livianos antes de llegar a las lagunas mientras recorremos cañones de piedra con frecuentes cascadas y vertientes de agua limpia y fría.
Casi no hay árboles cerca de las Varvarco, pero los prados y la flores se muestran en una diversidad asombrosa. Sin importar la pesca que podamos tener en las lagunas, el camino hacia ellas entre piños de chivos, crianceros y sus esqueléticos perros compensa todo esfuerzo.
Esta vez como no teníamos un bote solo nos detuvimos a observar a la mayor de las lagunas, la Varvarco Campos. De orilla escarpada arisca y misteriosa no hay dudas que es territorio perfecto de marrones. Un río de atractiva fisonomía comunica esta laguna con las pequeña laguna Varvarco Tapia, que concostas suaves y fácilmente vadeables invita a pescarla casi en cualquier punto. Comenzamos cruzando a una isla vadeando un brazo con el agua casi entrando en los waders. Algunos cóndores nos observaban desde lo alto, dominando las corrientes de aire con su inmemorial destreza. Había poco viento y salvamos la situación honorablemente sin hacer demasiada agua. Cristián enseguida estaba peleando con una lindísima arco iris, muy plateada, y de proporciones perfectas.Extrañamente tuve tres o cuatro pique muy fuertes, uno me quemó el dedo con la línea y no pude lograr ninguno. Anzuelos bien, todo bien pero me picaban y no las lograba clavar. Un par de los piques no dejaron dudas que lo que se había acercado por la otra punta no era un bebé.
Al rato comenzó un vientosur helado y fuerte. Decidimos cruzar de nuevo a tierra firme porque ya aparecían unas olas interesantes. La vuelta fue algo movida, en las partes hondas teníamos que saltar para no terminar tan llenos de agua, sin embargo llegamos a la costa sin novedad y fue un buen momento para encender un fuego y cocinar un buen costillar de chivo que habíamos comprado en un corral cuando entramos a la laguna.
Pasada la ceremonia del chivo, exquisito manjar en esa zona de buenos pastos Cristian decidió ir al fondo de la laguna donde nace un arroyo. Me dejó con Victor cerca de la boca y el decidió probar un tramo de costamuy rocoso donde el veril se marca como una línea azul cobalto contra una costa que mantiene el colora herrumbre de la montaña cercana. Con Victor caminamos hasta la boca del arroyo.Atrás nuestro el cordón del Domuyo dominaba el horizonte mientras en una pradera varios gauchos con sus perros llevaba una tropilla de caballos hasta la orilla del lago.Los arrinconaban en unapequeña caleta de piedra para poder elegirlos y enlazarlos mientras los caballos apenas metidos en el lago al sentir la profundidad cercana se mantenían todos juntos facilitando la tarea de los gauchos.
Fue una tarde para recordar, el sol bajando iluminando todo con su luz cálida, la cordillera nevada, los arrieros a contraluz entre el polvo y los caballos y buenas marrones que picaban con fuerza nuestras imitaciones de pancoras. Sacamos varias marrones, todas buenas y una arco iris que lo tuvo a Victor renegando un buen rato. Todas se defendieron bien, las marrones saltaban alto y sacaban backing. Estaban impecables, gordas y con sus mejores colores. Pescaba con una caña seisbien rápida y por momentos me hubiera gustado tener una 7. Nuevamente una línea de hundimiento lento en este caso un shooting de hundimiento 2 fue de mucha ayuda porque al hundirse lento permitía recoger el streamer siempre a la misma profundidad sin enganchar como sucede con líneas de mayor densidad que nunca dejan de hundirse.
Dejé Manzano Amargo con sabor a poco, quería quedarme mucho mas,pero tenía otro viaje que no podía cancelar.
Tal vez quedarse con ganas es bueno porque desde el mismo minuto en que me despedí de mis amigos en ese pueblo encantador de caminos polvorientos que espero no cambien y montañas, ya pensaba en fecha para una próxima visita. Es que el río Neuquén merece recorrerlo a fondo lo mismo que lagos y lagunas cercanas que nos mostraron truchas que no imaginábamos, rodeadas de un paisaje y un clima muy especial.