Con el afán de conocer ríos distintos y la distorsión imaginaria que producen las anécdotas de pesca, ¿quién no llegó a encontrarse con lugares que parecían sacados de una maqueta? Ámbitos muy chicos en los cuales los equipos #5 o #6 son demasiado grandes para el lugar.
Dentro de los aspectos técnicos que nos ofrece la pesca con mosca, tenemos la posibilidad de aprender a usar equipos y prácticas de pesca, infinitamente, diferentes entre si; tal es así que, uno de los desafíos apasionantes al alcance de quienes pescamos truchas, es la pesca con equipos livianos. Específicamente, nos referimos a equipos ultralivianos o chicos, considerando, como tales, a tamaños desde #1 a #4, generalmente de, entre 6 y 8 pies de largo, líneas de flote y líderes, de 2,5 a 4 m, terminados en tippets de 4 a 7x según el tamaño y tipo de mosca a utilizar. Un preconcepto, reiterado, al leer publicaciones o escuchar experiencias sobre la pesca con equipos muy chicos, es el de pensar en una pesca, tremendamente, científica; con familias de insectos y nombres difíciles de recordar, etc.
Convencidos de que lo más importante sigue siendo divertirse y disfrutar y dejando un poco de lado lo que digan los libros, vamos a tratar de ofrecerle un enfoque más simple, que reduzca los interrogantes sin perder la oportunidad de disfrutar de un aspecto impensado dentro de la pesca.Para empezar a usar equipos chicos, es importante, como primera medida, desechar los paradigmas que implican los grandes ríos como Limay, Chimehuin, Santa Cruz, Corcovado y todos esos pesqueros anchos y caudalosos.
Contrariamente a los lanzamientos largos con derivas sistemáticas a la distancia, en la pesca de equipos chicos, el objetivo es pescar preciso, en un corto radio de distancia, en donde poner la mosca en un lugar más alejado implica acercarse caminando, limitando los lances a una distancia promedio de 5 m. de largo.
Hay que entrar en un contexto en donde el desafío no es el de tirar lejos ni el de pescar el gran trofeo, sino el de aprender aspectos diferentes, observar las señales naturales del lugar y pensar más en interpretar cuestiones que tienen que ver con el ambiente y las conductas de los seres que lo habitan que con el trofeo de las fotografías. Incursionar en este tipo de pesca, es entrar en una perspectiva nueva con posibilidades inéditas de aprender de situaciones imprevistas y madurar el tiempo de recreación que la pesca ofrece.
Entrando en estas situaciones propiamente dichas, empecemos por los detalles del equipo. La caña ideal es la de acción progresiva, dado que, en casi todas las situaciones, vamos a usar tippets muy finos, por lo cual, es una de las misiones de la caña, contribuir a protegerlos. Es preferible, empezar con una línea de flote puesta en cualquier reel adecuado para su tamaño y un líder con un largo de 2,5 a 3 m. Si bien hay numerosas fórmulas para confeccionar líderes largos que funcionen correctamente, es recomendable empezar con alguna de las recetas clásicas hasta tener horas de prácticas y haber cambiado algunos tipos y tamaños de moscas que obliguen a modificar los tippets.
Las dos opciones más prácticas para quienes deciden empezar son, utilizar líderes cónicos terminados en 1 o 2x y agregar uno o dos tramos según la mosca a utilizar. Para quienes prefieran confeccionar sus propios líderes, tener en cuenta que para un líder de 2,70 m. de largo, la proporción aproximada debería ser del 25% (Aproximadamente 67 cm.) del largo total para el butt (tramo más grueso que puede ser 0,45 mm. aprox. Adicionar a este, un 50% del largo total (aproximadamente 1,35 m), a una proyección formada por 4 a 6 tramos de diámetro decreciente que pueden ser 35 mm., 30 mm., 28 mm., 26 mm. (equivalente a 0x), 24 mm. (equivalente a 1x), 22 mm. (equivalente a 2x). El tippet con un tramo del 25% del largo total del líder (aproximadamente 67 cm.).El diámetro del tippet depende exclusivamente del tamaño de la mosca que vamos a utilizar.
Una fórmula práctica para calcular la relación entre la mosca y el tippet es la siguiente:TAMAÑO DEL ANZUELO + 1 = tippet a utilizar 4. Ej.: Para un anzuelo #16, el tippet ideal es 5x.
Sobre las moscas, obviamente, hay infinidad de modelos, imitaciones y variantes, pero, al tiempo de empezar, lo más importante es tener algunos modelos impresionistas clásicos en tamaños #14 y #16 y priorizar el hecho de intimar con las distancias cortas y presentaciones suaves. Podemos meter en la caja, algunos modelos de moscas secas como Humpy, Adams y Elk Hear Caddis y para las ninfas, bien podrían ser Prince, Pheasan tail, Bird Nest y Soft Hackle.Una vez diagramado el equipo, vamos a los hechos. Definitivamente, esta es una pesca de ríos chicos y arroyos tales como el Pichi Leufu en Bariloche; Pulmarí en la zona de Pehuenia; Hualcupen, Nahueve y Trocoman más al norte neuquino, por nombrar algunos.
Para aprender el manejo de las corrientes y accidentes geográficos del río, es primordial, acostumbrarse a pescar, casi todo el tiempo, río arriba, es decir, que los tiros sean en contra de la corriente y la mosca siempre derive naturalmente, la mejor forma es caminar río arriba, tratando de tirar atrás de cada piedra o elemento que sobresalga del agua, sin subestimar ninguno, por más que estén próximos a la costa; también, buscar los cambios de corrientes y tratar de que la mosca pase por cada uno de los caminos diferentes que tiene cada pozo o sector del río. Es muy importante, tener en cuenta que, en este tipo de pesca, debemos tratar de hacer, de nuestra mosca, un alimento natural que circule por donde lo hacen el resto de los alimentos que las truchas, usualmente, toman. El solo hecho de tratar de pasear la mosca por desniveles o caídas de agua, nos va a enseñar las conductas del ambiente de una manera entretenida.
Otra variante oportuna, es, dar, de vez en cuando, diminutos movimientos a la punta de la caña que trasmitan reacciones a la mosca, esto suele funcionar, como disparador de los piques.
El segundo objetivo, es el de tratar de que la mosca caiga suave y con el tippet lo más extendido posible, esto puede ser difícil al principio, especialmente, para quienes estén habituados a otro tipo de equipos, pero se logra con un poco práctica y paciencia. Hagamos de cuenta que estamos “jugando a pescar”. Por más que parezca pasivo al principio, los piques nos van a ir marcando el curso. Tanto en la pesca de moscas secas como de ninfas, es importante mirar la mosca y/o la línea casi todo el tiempo, es una buena manera de entender como actúan las corrientes, donde y en que circunstancias se producen los piques, de eso se trata el aprendizaje al momento de usar equipos livianos.
Vamos, por último, a las truchas que vamos a pescar, como escribí en el párrafo anterior, es necesario, olvidarse de los trofeos de las revistas. Necesitamos conciencia de que vamos a usar un equipo diseñado para peces chicos y que pescar un pez grande con un equipo muy liviano podría matarlo por agotamiento. Una cuestión alentadora es que vamos pescar en ríos en donde las poblaciones de peces chicos suele ser abundante y eso es bueno porque quienes sean principiantes en esto, tienen muchas posibilidades de pescar mientras aprenden aunque cometan errores.
Resumiendo, los ingredientes a tener en cuenta son: dejar de lado la pereza que implican las costumbres de haberse adaptado a pescar bajo una rutina técnica, hacerse de un equipo liviano con una línea de flote, líder largo y un puñado de moscas chicas, buscar un río “de juguete” y empezar, río arriba, a jugar al pescador tratando de que la mosca caiga con suavidad en todos los rincones… piénselo, en los ríos chicos hay particularidades y aspectos insospechados que son, infinitamente, hermosos y solo se descubren pescando…
Mi abrazo.