El camino que han seguido las moscas artificiales es tan interesante como atarlas o pescarlas y solo recorriéndolo veremos que mucho de lo que consideramos nuevo es más antiguo de lo que podíamos imaginar.
Por siglos los pescadores de mosca han empuñado la caña y la pluma legándonos una herencia de conocimientos que no tiene igual en otros deportes. 
La búsqueda de truchas, salmones y otros peces con una mosca artificial ha fascinado a los pescadores con caña de todos los tiempos como la forma más pura de pescar.
Es gracias al rico tesoro que encontramos en la literatura de pesca con mosca que podemos trazar la evolución en el atado de las moscas desde los albores de la era Cristiana hasta nuestros días.
Es una fascinante historia y solo conociéndola podemos apreciar de un modo verdadero y justo todo lo que se va agregando al arte del atado separando lo valioso de lo estandarizado.
Desde que el primer pescador ató lanas y plumas sobre un anzuelo para imitar un insecto ni las grandes guerras o las plagas han detenido la imaginación y obstinación de muchos atadores que continuaron progresando a pesar de todo.
Hoy el siglo XXI nos asombra cada día con cambios constantes y podemos asegurar que el interés por la pesca con mosca y el atado nunca ha sido tan alto.
La facilidad con que puede volcarse cualquier cosa a los medios electrónicos ha convertido lo que era un río tranquilo de información madura, en un torrente de aguas turbias abarrotado de información no siempre confiable capaz de crear confusión y obscurecer valiosos trabajos del pasado, en los cuales el arte había echado profundas raíces.
Hoy ese arte corre peligro en una era electrónica de estereotipos y estandarización muy poco inspiradora por lo que siento que hay una verdadera necesidad de promover un renacimiento del arte del atado, basado como debe ser, en sólidos y probados conocimientos cimentados por la sabiduría del pasado que no podemos olvidar o perder.
Las nuevas generaciones de atadores encuentran difícil juntarse con la vieja literatura celosamente guardada en colecciones privadas y museos.
Conseguir los clásicos de segunda mano salvo los que periódicamente se van reeditando tampoco es una tarea fácil pero vale el esfuerzo ya que es la puerta de entrada a un mundo nuevo y diferente, interminablemente rico en conocimientos y experiencias originales.
Hay por lo tanto una real necesidad por obtener al menos un poco y de manera sencilla parte de toda la información valiosa que ha ido apareciendo, para que no se pierda y sirva de buena base para sus futuras investigaciones.
Es precisamente con ese objetivo que inicio esta serie de notas empezando con el atado pero sin duda no podré resistir la tentación de desviarme hacia muchos temas y por eso les pido paciencia si no soy muy ordenado, es que no es fácil cuando todo es tan fascinante.
Una mosca, el diseño de una caña, el funcionamiento de una línea o el leader, el manejo de esos elementos en el río, cada cosa un mundo entero para maravillarnos, soñar y experimentar.
Eslabones de una larga cadena
G.E.M. Skues muy conocido como el padre histórico de la pesca con ninfas cuando regresó de un viaje de pesca por Bosnia en 1897 comentó que los pescadores de mosca locales habían pescado mucho mejor que él a pesar que no usaban reel y el equipo consistía de una simple vara con una línea trenzada de crin de caballo a la cual seguía un corto leader con cuatro moscas tipo spiders hechas con un cuerpo de lana y un simple collar de pluma de gallo.
Según Skues los nativos pescaban con la línea tensa como hacemos hoy cuando pescamos ninfas usando métodos como el High Sticking y el Czech nymphing.
Skues no sabía entonces que esos pescadores de los Balcanes (en la antigua Macedonia) pescaban de ese modo desde los tiempos de Aelian, conocido historiador romano que muchos no hubiéramos conocido a no ser porque en uno de sus libros menciona por primera vez de forma inconfundible la construcción y uso de una mosca artificial y nada menos que en el siglo tercero de la era Cristiana.
O sea que esas moscas de los Balcanes tenían casi dos mil años de historia y perfeccionamiento cuando Skues se preguntaba cómo habían pescado más que el con equipos y moscas tan primitivas, algo que demuestra lo importante que es no ir perdiendo eslabones de la cadena sobre todo cuando esos eslabones ya han adquirido la pátina de la experiencia.
La mosca de Aelian que nos llega directamente desde los días de Cristo tal vez sea bastante más antigua y es una prueba más que nos convence que la pesca con mosca puede haber tenido orígenes en el sitio menos pensado.
Definitivamente no pareciera a la luz de los últimos estudios que haya nacido en tierras Inglesas y lo más probable es que la idea de adornar anzuelos con plumas provenga de la China. Hay escritos que hablan de anzuelos adornados con plumas de martín pescador en la milenaria China pero ninguno tiene la exactitud de los escritos de Aelian donde no hay chance de interpretaciones erróneas.
Mucho se preguntarán a estas alturas que porque es tan importante la mosca de Aelian y la respuesta es que representa una perfecta adaptación a un tipo de agua y técnica de pesca que evolucionó y luego permaneció sin cambios por más de mil años.
Si empezamos a mirar de una manera nueva veremos la mosca de Aelian renovada, adaptada o mejorada en todas las subsecuentes eras.
Nada hemos encontrado escrito entre Aelian y el Treatyse, atribuido a Dama Juliana Berners en 1496. Esto no es raro porque la imprenta recién aparece en 1450 y hasta ese momento todo era manuscrito, con lo cual los duplicados eran rarísimos y en general cada manuscrito era único.
Las doce moscas del Treatyse curiosamente se parecen enormemente a las moscas descriptas por Aelian que todavía se usan con cambios menores en los Balcanes.
En el Treatyse ya se había adaptado el estilo de las moscas anteriores a los insectos que aparecen cada mes y como el Treatyse no da descripciones sobre la forma de atarlas podemos pensar que los que leían el Treatyse sabían cómo armar los anzuelos.
Los grabados del Treatyse muestran una serie de anzuelos muy burdos que pueden llevarnos a malas interpretaciones sobre la calidad de las moscas, lo cierto es que en esa época existían agujas tan finas como las que se fabrican hoy y no había razón para que los anzuelos que ya tenían unos 4000 años de historia no fueran suficientemente buenos.
En 1915 se encontraron anzuelos en una tumba de la antigua Macedonia datados 200 años antes de Cristo que equivalían a anzuelos modernos número 12, 4 y 6 y esos anzuelos se proveían a los soldados como parte del equipo que portaban en las campañas, y esto antes del imperio Romano.
Cada vez que aparece una mosca antigua asombra por ser mucho más sofisticada de lo que esperábamos por lo que debemos tomar algunos grabados antiguos con cierta libertad y aceptar que dependían más de la calidad del imprentero y es posible que no fueran fieles al producto que trataban de ilustrar.
No hace falta montarnos en una máquina del tiempo para encontrar las moscas de los macedonios ya que pueblan las cajas de los pescadores modernos, las Haystacks y Usuals de Betters, las Compara Duns y No Hackles de Swisher y Richards, Lawson o Harrop, las moscas de CDC de Devaux, Breson, Pequenot, Fratnik, Petitjean, son claros ejemplos de la forma en que pescadores más recientes han tomado un concepto y lo han adaptado o mejorado para poder enfrentar diferentes tipos de aguas y pesca.
Piensen por ejemplo en una Royal Coachman y como los atadores la adaptaron pasando de húmeda a seca, luego a streamer y por último secas variadas como la Royal Wulff, las Fan Wing Coachman, algunas Stimulators, Trudes y PMX´s. Todas descendientes de una simple y sencilla Coachman de alas blancas y cuerpo de pavo real.
Moscas similares a las del Treatyse aparecen en los escritos de Fernando Basurto en 1539 y Juan de Bergara en 1624. Basurto nos muestra la primera lista de moscas Españolas y Bergara más tarde las refina hasta el punto que hoy nos resulta difícil atar sus complicados modelos que incluyen las más variadas fibras de gallos indios y pardos de León delicadamente combinadas con las mejores sedas de Murcia.
Muchos emergentes modernos tienen raíces en las moscas ibéricas no es extraño que tras años de celoso cuidado los gallos de León lograron cruzar el Atlántico y hoy se los cría en los Estados Unidos donde sus plumas cada día ocupan un lugar más importante en colas y alas de muchas moscas. 
Todavía no hemos recuperado por completo el conocimiento de las moscas ibéricas, sus variantes de color y forma de pescarlas pero los que las hemos probado sabemos lo que pueden hacer en el río si las empleamos correctamente.
Tuve la suerte de guiarlo a Rafael del Pozo muchos años, lo visité en Reinosa varias veces y hasta pude sumergirme en el galpón donde guardaba miles de mazos de pluma de león. Pude elegir entre los mazos más raros y todavía son las plumas que uso en mis mejores caddis que no son otra cosa que modelos de Rafael modificados un poco para que duren más. Rafael lamentablemente perdió la vida en un accidente de tránsito en Cuba pero nunca dejó de innovar en sus moscas y fue uno de los primeros atadores que conocí con moscas realmente diferentes a las demás incluyendo el primer streamer atado desarmado a propósito imitando un streamer ya abusado por las truchas que según Rafa, pescaba mucho mejor.
Thomas Barker en 1651 era un ferviente promotor de las moscas tipo Palmer, especialmente las de cuerpo negro y rojo. Una Palmer es una mosca con hackle de gallo enroscado en vueltas separadas cubriendo todo el largo del cuerpo. Las primeras las conocemos por algunos raros escritos del reverendo Topsel de 1608 quien menciona anzuelos cubiertos de pluma tipo palmer imitando gata peludas y orugas para pescar truchas. Pocos se acordaran de las Soldier Palmer pero ninguno tiene dudas acerca de las Wooly Worms, Wooly Buggers y otras similares que son adaptaciones de las antiguas Palmers.
Charles Cotton que en 1676 fue el autor del capítulo sobre pesca con mosca en el Compleat Angler de Isaak Walton no necesita introducción ya que produjo una extensa y completa lista de moscas la mayoría al estilo Derbyshire con alas verticales divididas pero lo curioso es que incluyó un hopper verde y otro gris en la lista y esta es una de las referencias más antiguas de hoppers que tenemos y junto a los hoppers un perfecto gusanito del sauce de color verde brillante imitando precisamente gusanitos del sauce en el siglo XVII, que tal.
Muchos al imitar las moscas de Cotton pusieron las alas hacia atrás como en las wets tradicionales y esto es un error ya que las moscas de Cotton eran bien diferentes y claramente cuando nos dice como atarlas especifica que las alas van divididas una a cada lado del anzuelo y verticales. 
Tal vez la Split Dun de Petitjean sea más anciana de lo que pensamos y Cotton ya usaba algo muy parecido.
Las alas de quill de pato que tanto usamos en las wets tradicionales aparecen por primera vez con James Chetham en 1681 pero el quill se ataba vertical como en una Blue Dun moderna. En Escocia las delicadísimas húmedas y secas tipo Clyde explotaron las alas verticales uniéndolas a delicados cuerpos listados llegando a modelos tan puros que se vienen usando casi sin cambios desde el siglo XVII. 
Los Perfect Dun de Datus Proper son la versión hecha con alas de pluma de las secas tipo Clyde, iguales de delicadas y efectivas solo que aparecieron en 1982.
Los spinners salen a la luz en 1746 cuando Richard Bowlker los menciona y al mismo tiempo relaciona cada mosca con un insecto en particular describiendo a cada insecto.
Vuelven a ser muy populares a partir de los libros de Swisher y Richards, Selective Trout y Fly Fishing Strategy aunque los emergers y stilborns los han obscurecido bastante.
La primer lista de las mosca que hoy mayormente conocemos como Soft Hackles que en realidad son Spiders dentro de las North Country Flies Inglesas aparece Gracias a John Swarbrick en 1807 y en ella queda bien claro el estilo delicado de estas moscas con un máximo de dos vueltas de hackle y delicados cuerpos de seda y dubbing. El origen de este tipo de moscas se remonta al siglo XVI y la lista anterior también contiene moscas con ala sin hackle, con el dubbing despeluzado para imitar las patas.Durante un tiempo las Soft Hackles se olvidaron hasta que en 1941 James Leinsenring las popularizó de nuevo con sus Flymphs y el famoso Leinsenring Lift que seguimos practicando para pescar todo tipo de ninfas y moscas ahogadas.
En 1975 los Soft Hackles tuvieron otro gran empujón a la fama gracias al libro Soft Hackle Flies de Sylverter Neemes, pero nuestro conocimiento de este tipo de moscas perdería mucho si no volviéramos al año 1857 cuando W. C. Stewart en su Practical Angler sentó las bases para toda una forma nueva de pescar estas moscas lanzando aguas arriba detectando el pique de un modo casi idéntico al que se usa en las técnicas más avanzadas de pesca con ninfa como el French Nymphing.
Los cuerpos extendidos en las imitaciones de mayflies y caddis han recibido mucha atención en los últimos tiempos paralelamente al uso de materiales sintéticos para estos delicados cuerpos. Casi todos los atadores modernos han creado alguna variante de cuerpo extendido de carácter impresionista o realista pero ninguno ha cambiado demasiado los que se hacía en los tiempos del talentoso Irlandés William Blacker que en 1855 publicó The Art of Fly Making, encantador libro con detallados grabados de los paso a paso con una calidad de detalle fotográfica. Blacker sugería el uso de tiras de látex para formar el abdomen extendido de los mayflies de un modo que ha cambiado muy poco hasta hoy. 
Tampoco puede asombrarnos que materiales como el nylon, el swanundaze o el vinil rib no sean más que una evolución del material empleado, más que de una forma de atado.
Nuevamente Blacker posiblemente antes de 1855 recomendaba usar Gut remojado en agua con floss arriba para lograr transparencia en cuerpos extendidos y hacía hincapié en que el gut tenía que ser lo más plano posible. Como vemos independientemente del material usado atadores a lo largo del tiempo trabajaban sobre la misma idea.
Conocer la historia de la pesca con mosca y el atado, aunque sea de un modo superficial es muy útil e instructivo. 
Con la avalancha de información contemporánea lamentablemente muchas cosas importantes no están siendo bien preservadas y se pierden en un mar muy agitado de información de cualquier clase. Por ejemplo encuentro muy poca información sobre las vidas y creaciones de pescadores argentinos del pasado y eso me hace pensar con temor en la fragilidad que tiene nuestro deporte cuyas tradiciones se perderán fácilmente si solamente nos dedicamos a pensar en la avalancha de cosas nuevas.
Recuperar la esencia y herencia de todo lo que hacemos es la forma más segura de apreciar en su justa medida los cambios que vamos produciendo.