El pasado fin de semana, tuve el privilegio de visitar aguas puntanas con el fin de pescar truchas y carpas, aunque la verdad la mayoría de las veces esos ríos me llaman más a ir por la carpa que por la trucha. Las razones son varias y los intereses también.
La idea era disfrutar un día de pesca junto a mi papa y mi hermano. Además se sumaría mi amigo y mentor de esta pesca en esas aguas, Sebastián Pagano. Luego de algunas charlas con Seba, para determinar cuál sería el mejor destino a visitar, considerando grandes tormentas de lluvia que afectaron a toda la región, definimos el destino, pescaríamos las aguas del Rio Grande en “Siete Cajones”. Si bien el plan era reunirnos en el lugar de pesca, un malentendido en la huella que tome al río, me llevo a una zona distinta, View more...El pasado fin de semana, tuve el privilegio de visitar aguas puntanas con el fin de pescar truchas y carpas, aunque la verdad la mayoría de las veces esos ríos me llaman más a ir por la carpa que por la trucha. Las razones son varias y los intereses también.
La idea era disfrutar un día de pesca junto a mi papa y mi hermano. Además se sumaría mi amigo y mentor de esta pesca en esas aguas, Sebastián Pagano. Luego de algunas charlas con Seba, para determinar cuál sería el mejor destino a visitar, considerando grandes tormentas de lluvia que afectaron a toda la región, definimos el destino, pescaríamos las aguas del Rio Grande en “Siete Cajones”. Si bien el plan era reunirnos en el lugar de pesca, un malentendido en la huella que tome al río, me llevo a una zona distinta, por lo que no pudimos reunirnos con Seba. Es decir terminamos pescando el mismo rio al mismo tiempo, pero en diferentes sectores.
La intención de mi papa y hermano era ir por las truchas del grande, en mi caso prefería que las ganas me las dicte el rio una vez en él. En una primera recorrida pude observar algunas carpas “crucereando” y comiendo en el fondo, lo que me decidió por completo, iría por esa especie.
Pescar dos especies en el mismo río
Si bien en principio, esto nos podría dar la pauta que tenemos más posibilidades de pesca, creo que no es así. Realmente dedicarse a pescar una u otra especie son cosas totalmente distintas. Es decir con una misma técnica es muy difícil capturar cualquiera de la dos. Es posible que pescando carpas alguna trucha que no hayamos visto nos sorprenda con un pique, es raro pero sucede. En el caso contrario las posibilidades diría yo son casi nulas, al menos en estos ríos serranos, aunque muchas veces las capturas se producen sobre el mismo patrón de mosca. En mi caso uso siempre ninfas, tal cual sabiamente Seba supo mostrarme unos años atrás.
Uno de los desafíos más grandes, es en una misma jornada intentar capturar ambas especies. El desafío radica en la necesidad de hacer un cambio absoluto en la manera en la cual miramos el río y en lo que debemos generar en la mosca. Si bien esto a kilómetros del agua puede sonar algo sencillo, in situ es difícil cambiar nuestras mentes a buscar y tratar de lograr algo totalmente distinto. Considero que la principal diferencia es que la pesca de carpas es exclusivamente visual, o al menos la pesca que me gusta realizar, y la de trucha puede ser o no visual. Partiendo de ese hecho ya nos separa las cosas, por otro lado el hábito omnívoro de la carpa le otorga un comportamiento totalmente distinto, sobre todo si pensamos que la mayoría del tiempo se alimenta de vegetación y pequeños microorganismos pegados en el fondo o en las rocas. En una analogía bastante tonta, la diferencia entre la pesca de ambas especies es tentar a un gato a que se mueva con un ovillo de lana a tentar a una vaca a que haga lo mismo, obviamente alimentariamente la comparación no es directa, sino me refiero a la actitud natural que tienen las distintas especies a los estímulos. La carpa se tomara todo el tiempo del mundo para identificar realmente si quiere o necesita morder algo, en ese sentido la trucha es más voraz lo que la hace en muchas circunstancias más fácil de capturar.
El lugar
Este es un rio mosquero excepcional, el paisaje y las estructuras que tiene para la pesca son fabulosos. La velocidad del agua no es muy rápida, al menos comparada con los ríos Cordilleranos, pero presenta todos los tipos de estructuras que a los mosqueros no gustan, correderas, pozos, pockets etc. El color del agua normalmente es cristalina, con algún dejo de turbidez, que en mi ignorancia atribuyo a una buena carga orgánica vegetal en suspensión. Es notoria la selectividad de hábitat entre las dos especies, la trucha normalmente prefiere aguas más rápidas y oxigenadas mientras que la carpa un menor estrés hídrico. Aunque la posibilidad de encontrarlas en cualquier sitio existe, sobre todo cuando existen grandes poblaciones de cada especie compitiendo por el espacio.
Las moscas
En mi caso los patrones que mejores resultados me dan son pequeñas ninfas que van desde el #10 al #16, modelos como pheasant tail, massarta, hare´s ear. Los tonos que van del marrón al beige me han dado muy buenos resultados.
La pesca
Fuera del disfrute que uno puede tener compartiendo el río con tu familia, lo cual ya es algo inmenso, también disfrutamos mucho de la pesca. Debo decir que no estuvo por demás generosa, tanto truchas como carpas exigieron un muy buen desempeño de las moscas en el agua.
Pudimos capturar truchas muy sanas, muy gordas y peleadoras para el tamaño. En el caso de las carpas considerando la dificultad habitual de esta pesca considero que estuvo buena, no ayudo mucho el día nublado, lo que obstaculiza una clara visión de los peces, asi y todo se dejo pescar de buena manera.
Esta es una aventura y experiencia que recomiendo a todos los pescadores con mosca apasionados, quizás es muy difícil sacarnos la visión que tenemos de la carpa, sobre todo por la forma y ambientes donde podemos haber capturado una con carnada, pero siemplemente es algo totalmente diferente y muy lindo de hacer. Nos vemos en el río…