Hacía varios años que no volvía a Esquina. Confieso que el indeseable barullo de decenas de lanchas yendo y viniendo sufrido en mi última pesca me espantaba un poco. La pesca es para mí no escuchar ningún ruido asociado a la civilización. Pero mi amigo el Negro me convenció y pescamos dos días con la organización de "Rancho Pelo Largo". La lancha EXCELENTE, ciertamente diseñada por un pescador que sabe, muy buen guía, muy buena atención y comida muy rica. La primera mañana de pesca, cuando vi la temperatura del agua, 10 grados, me imaginé lo peor: según mi experiencia, con temperaturas del agua por debajo de los 17 grados, la actividad del dorado se resiente mucho. Por suerte me equivoqué, y tuvimos bastante pique desde temprano,con dorados de un estado físico increíble, Ver más...Hacía varios años que no volvía a Esquina. Confieso que el indeseable barullo de decenas de lanchas yendo y viniendo sufrido en mi última pesca me espantaba un poco. La pesca es para mí no escuchar ningún ruido asociado a la civilización. Pero mi amigo el Negro me convenció y pescamos dos días con la organización de "Rancho Pelo Largo". La lancha EXCELENTE, ciertamente diseñada por un pescador que sabe, muy buen guía, muy buena atención y comida muy rica. La primera mañana de pesca, cuando vi la temperatura del agua, 10 grados, me imaginé lo peor: según mi experiencia, con temperaturas del agua por debajo de los 17 grados, la actividad del dorado se resiente mucho. Por suerte me equivoqué, y tuvimos bastante pique desde temprano,con dorados de un estado físico increíble, muy musculosos y atléticos. No estaban tomando bien arriba, por lo que usamos líneas de hundimiento y los piques se dieron entre 1 y 3 metros. Pudimos ver algunos ataques a las mojarras contra las barrancas, aunque casi no tomaron "al golpe".
Paramos en una isla para ver de cerca un yacaré bastante grande, el que no se dignó a moverse hasta que estuvimos muy cerca. De esta manera muchos terminan en la cacerola......
Algo que me llamó la atención es que tuvimos que navegar mucho para llegar al lugar adonde estaban los dorados; cuando probamos en otros lugares, poco y nada. Siempre me angustia la idea de que la actividad humana termine con la población de los peces que nos interesa. Ya casi no hay pacúes en Esquina......
El último día conocí al "Pelo", el dueño de la Hostería, un personaje mitológico, un auténtico demente de la pesca. Muy divertido y simpático, me prometió guiarme para la próxima........si lo dejo pescar también a el....ja