PATAGONIA SOBRE RUEDAS. Toni Alavedra en Lago Puelo
29 de enero al 12 de febrero 2024
Nos conocimos con Toni vía redes sociales, intercambiamos algunas anécdotas de pesca y hablamos bastante sobre la pesca accesible para personas con movilidad reducida, fue en esas charlas donde fuimos dando forma a este encuentro, a su viaje desde España a Patagonia y nuestro recibimiento por estas latitudes.
Llego a Bariloche el 29 de enero, después de pasarlo a buscar por el aeropuerto hicimos una breve pasada por la boca del Rio Limay donde quedó asombrado de la magnitud de sus aguas, y luego mientras viajábamos hacia Lago Puelo hicimos una parada en un arroyo escondido para tomar unos mates.
Al llegar a Puelo hicimos una pasada por el Rio Azul (casi el patio de nuestra casa) y ahí nom View more...PATAGONIA SOBRE RUEDAS. Toni Alavedra en Lago Puelo
29 de enero al 12 de febrero 2024
Nos conocimos con Toni vía redes sociales, intercambiamos algunas anécdotas de pesca y hablamos bastante sobre la pesca accesible para personas con movilidad reducida, fue en esas charlas donde fuimos dando forma a este encuentro, a su viaje desde España a Patagonia y nuestro recibimiento por estas latitudes.
Llego a Bariloche el 29 de enero, después de pasarlo a buscar por el aeropuerto hicimos una breve pasada por la boca del Rio Limay donde quedó asombrado de la magnitud de sus aguas, y luego mientras viajábamos hacia Lago Puelo hicimos una parada en un arroyo escondido para tomar unos mates.
Al llegar a Puelo hicimos una pasada por el Rio Azul (casi el patio de nuestra casa) y ahí nomás me dijo “hagamos unos lances”, en pocos minutos estábamos bajando su maleta, el bolso con su silla “4x4” y los equipos de pesca. Me explico cómo armar su silla y de qué forma lo tenía que ayudar a ubicarse en el rio, así tuvo su primer contacto pesqueril en Patagonia. Pronto se nos vino la noche y después de reubicar las cosas en la camioneta lo pase a dejar en su alojamiento.
Al día siguiente hicimos una recorrida por varios sitios accesibles del Rio Azul, eligiendo finalmente una larga isla entre dos brazos del rio donde pudimos llegar con la silla todo terreno, recorrió unos 100 metros de rio a contracorriente por dentro del cauce al borde de un flat que presentaba un canal donde se veían algunas truchas pequeñas comer arriba. Nuevamente como el día anterior la pesca no fue optima, solo algunos piques de pequeñas truchas.
Después de un par de días de recorrer el rio hicimos una pesca de vadeo a orillas del Lago Puelo, movimos algunas marrones y arco iris cerca de la orilla pero nuevamente resultaban esquivas a las moscas que les presentaba Toni, le sugerimos usar algunas de las nuestras ya probadas y eficaces en estos lugares, pero no fue fácil convencerlo.
Dos días después hicimos una pesca de medio día flotando la costa de la cabecera norte del Lago Puelo, allí Toni pudo conectar con dos buenas truchas las que no logro concretar su captura, soltándose la primera y cortando la segunda, lo que esta vez sí lo llevo a reconfigurar su leader y las moscas a utilizar. Así fue que con una voluminosa mosca de foam logro su primera Arco Iris patagónica, quedando un claro indicio de que por estos lugares la pesca tiene algunas variantes que resultan mucho más efectivas a la hora de concretar la captura.
Los días fueron pasando y visitamos distintos lugares, los famosos y escondidos Canales de Doña Rosa con sus dificilísimas truchas de muy buen porte, y la boca del Rio Rivadavia junto con sus primeros metros antes de la confluencia con el Rio Colegual. Allí nuevamente Toni acepto nuestras sugerencias en cuanto a que mosca utilizar y donde buscar las esquivas truchas, logrando muy buenas capturas de Marrones y Arco Iris que lo dejaron fascinado.
Un par de días más tarde Toni partió hacia Junín de los Andes donde realizaría su experiencia en los Ríos Malleo y Chimehuin, para después regresar a España.
Para nosotros la visita de Toni presento un especial desafío, si bien el mismo se las apaña para movilizarse con bastante facilidad donde el terreno se lo permite (fondo de grava mediana o fina) debimos elegir lugares que se pudiera llegar con la camioneta, que fueran accesibles para trasladarse con la silla todo terreno, que no presentaran dificultades para el casteo (sobre todo las marañas de sauces costeros) y que fueran sitios con posibilidad de presencia de buenas truchas, algo que lográbamos a medias ya que las “buenas truchas” estuvieron ausentes o reacias a tomar sus moscas. Fue muy diferente en las flotadas, donde la posibilidad de pescar sentado en el asiento delantero de nuestro cataraft le facilito mucho la tarea.
Otra pequeña dificultad con la que nos encontramos fue la de lograr que confiara en las moscas que le sugeríamos utilizar, ya que durante buena parte de las pescas depositaba su confianza en moscas que asiduamente utiliza en España pero que aquí quizás no son tan efectivas o al menos no en las condiciones en que estábamos pescando, pero una vez que hizo la experiencia de aceptar los cambios sugeridos comenzó a conectar con truchas muy buenas, con plena vitalidad y buen porte.
El “inquieto” Toni también hizo sus propias experiencias en los Ríos Chubut y Epuyen, además de su viaje a Junín de los Andes. Ahí tuvo sus capturas de distintas especies y de portes menores pero igual de satisfactorios.
Toni nos dejó un ejemplo de perseverancia y de que la pesca, como bien dice el dicho, “puede ser la cura para todos los males”, lo vimos ingresar con su silla todo terreno en lugares del rio donde incluso es dificultoso caminar de vadeo, lo vimos moverse de un lugar a otro, buscar, explorar, no contentarse con estarse quieto, por momentos nos contagiaba la energía que lo desbordaba en todo momento. Hacia algunos años que nos veníamos planteando si sería posible compartir nuestra pesca con personas con movilidad reducida, esta visita de Toni nos demostró que es posible plenamente, que solo hay que buscarle la vuelta, que se puede realizar no solo a bordo de una embarcación sino que también es posible hacerlo de vadeo.
En lo personal Toni me hizo ir mucho más allá de lo que aprendí en las capacitaciones de “Turismo accesible”, una experiencia que no voy a olvidar nunca, y que seguramente me servirá para próximos desafíos. Por eso considero que esta visita fue el mejor premio para nuestro modesto proyecto familiar que pudimos concretar y poner en marcha esta temporada, mi compañera Fernanda (quien nos acompañó en algunas de las salidas con Toni) y mi hijo Mateo (mi abnegado guía auxiliar) fueron parte indivisible de esta desafiante experiencia, ellos también están agradecidos con Toni por habernos permitido compartirle nuestro maravilloso lugar de vida y de pescas.
Leo - Fixer Fish Challwafe (Lago Puelo)